El Diario de NetSeeker

Me paseaba por la "U". Me paseaba y andaba medio perdido. En mis pensamientos sí, que es ya muy difícil que me pierda (físicamente) en la Universidad.
Derrepente, llegué a una rotonda disfrazada de area verde. Tan pequeña, tan insignificante... pero fue en ella donde vino la inspiración.
Había en ella, plantados, unos pensamientos. Habían hecho figuras semicirculares y habían jugado con los colores. Un cuadro realmente hermoso: una verdadera obra de arte del jardinero.
Entonces, me puse a pensar:
"Es realmente hermoso lo que la gente hace con los pensamientos en sus patios... Personalmente, los pensamientos no son una flor que me guste: sin embargo es su simpleza y su forma llena de detalles lo que de ellos me llama la atención."
"Lamentablemente - me dije en voz alta - tal y como existen algunas personas que llenan sus patios de pensamientos de hermosos colores y de formas cada vez más vistosas, hay gente (todos, la verdad) que llenan su mente de pensamientos (Ya no hablo de la flor, eh) de un solo color... y todos en línea recta. Hacia la derecha o hacia la izquierda, hacia adelante o hacia atrás, dependiendo de sus intereses políticos o religiosos o étnicos en sí." "Si las personas fueran capaces de, aunque sea por un ratito, adornar los jardines de su mente con pensamientos de muchos colores y de muchas maneras y formas... Quizás el mundo de afuera se volvería, emmm, un poco más vivible, ¿o no?"
Eso fue lo que pensé mientras caminaba. nada largo y cansador: Nada profundamente potente o algo así. Simple, comprensible... Y que explica en pocas líneas mi manera de pensar; la que no había podido ser capáz de explicar hasta ahora, gracias a unos pensamientos en un jardín.