El Diario de NetSeeker

¿Qué es un resentido sin resentimiento?

Esta semana del 18 fue, desde muchos aspectos, revitalizante.
Mientras viajaba a mis tierras en un bus: pegado al asiento y con 32º de temperatura... me preguntaba... ¿Qué onda con tu carrera? ¿Por qué no estás dando el 100? ¿Por qué no das ni el 10? ... Me lo preguntaba y me dolía, como un puñal en la espalda. No todo lo revitalizante tiene que ser positivo, ¿saben?

Llegando ya, fue llenador de energía ver a mi familia; a mi gente. Todo tan... normal. Tan... bien, que de verdad parecía que fuera Bien de verdad y no el cliché que respondemos para evitar preguntas. Mis primos conversando, como siempre, y los más chicos corriendo y gritando: desbordando energía que quieras o no, se te va pegando en la piel (Sólo si aún los sabes comprender... sólo si aún eres un niño)

Recordaba las innumerables veces en que agradecí por ser bajo de estatura... por que desde acá aún veo las cosas como un niño; a veces necesito alzarme para apagar una luz (En algunas casas de gente alta) o pedir ayuda para bajar un libro de las estanterías de la Biblioteca. Me gusta ser bajito, ¿y qué? (Parece a todos importarles más que a mí.)

Miraba desde lejos como mi familia se desenvolvía tan sanamente, miraba desde afuera para tratar de imaginarme cómo vivían sin mi... por un momento creí que estaban mejor sin mi, pero un tirón en la mano... una pequeña me empujaba... "Vamos a jugar po'"... y la reflexión de toda una tarde se fue a la mierda. Eso es llorar por dentro, pero de felicidad.

Vueltas nocturnas, alcohol y humo de tabaco que me apesta. En un ambiente difícil, encontrarme con tan linda gente... Viejos hermanos que no veía desde tiempo ya... quizás desde la vez que nos despedimos, al salir del colegio ¡Justo en el mismo Bar!. Miraba con felicidad para convencerme de que nada había cambiado... pero sí que hay cosas que cambiaron: pero lo escencial estaba intacto, de verdad... un montoncito de gente que me conocían, me querían y estaban todos ahí; aunque la distancia es dura, la proximidad de corazón tiene que pegar más fuerte. Y mis hermanos conversaban: conversábamos y reíamos. (- Está cambiado Disney, eh...) Y todo podía resumirse en un vaso de BÁLTICA. Reconstructivo, regenerativo, homeostáticamente equilibrante... No se me pueden ocurrir más palabras raras para describir...

Pero como escribí, no todo lo revitalizante tiene que ser positivo. Estando allá recordé muchas cosas que la vida Universitaria me ha obligado a olvidar. ¿Qué es un resentido sin resentimiento? Rebotaba sin parar en mi cabeza:

Me acorbaba de las innumerables veces que me miraron en menos. De las incontables veces en las que me llamaron estorbo... Y también de las innumerables veces en que grité en sus caras la injusticia. Venganza moral, je je. Recordaba a un YO que no dejaba que le pusieran el pie encima. Un YO que no se cansaba... Y lo comparaba con el "yo" actual... Agotado eternamente... Quizás no actualmente pisoteado, pero con las marcas de los zapatos por todo el cuerpo... Me cago en esta pasividad... ¡¡A gritar batalla y a matar!!

Miles de cosas...
¿Por qué te fuiste a estudiar tan lejos? ¿Por qué dejas de hablarme? ¿Por qué no te perdonas? ¿Por qué no ME perdonas? ¿Por qué te quedas callado? ¿Por qué no dejas de hablar? ¿Por qué escondes tu cara? ¿Por qué te molesta la luz? ¿Por qué no saludas a todos? ¿Por qué tan solo? ¿Por qué te llamaste Lobo Estepario? ¿Por qué dejaste tu nombre? ¿Por qué no lloras? ¿Por qué dudas de mi
verdad?...
Todas tienen respuesta ahora...
Vuelvo a ser lo que antes fui...
Un resentido.
Y a mucha honra.
(No entiendan mal el resentido: la vida me ha dado cosas muy lindas, no es nada contra ella. Es contra la pasividad, contra la estupidez misma... Hasta que ya no queden más fuerzas.)

10:45 a.m. 23/09/2007