El Diario de NetSeeker

Sábado en la mañana es siempre un buen día para pensar en tu vida.

Acostado esperando nada, entumecido hasta la médula
Tiemblo de frío cuando veo el sol en la ventana.

Aquí encerrado en mi pieza me pregunto:
¿Habrá algo que pueda sacarme más que una lágrima?
Y la respuesta es tan torrencial...

Soy presa de una confusión que yo mismo crié,
y me tiene encapsulado en el mismo sitio.
Encerrado con llave me pregunto:
¿Habrá alguien que quiera verme reir y llorar?

Frente a la pregunta husmeo mis miradas:
Se que mis huesos no son de cristal,
Se que quizás debería ser más arriesgado...
Pero duele más cuando la suerte no llega,
Y cuando la suerte no llega, es como la sola herida, sin puñal.

Son tiempos duros para los soñadores...
Y no me regocija estar aislado;
Cuando sueño despierto termino triste...
Parece que me castigara solo...
Cuando sueño en las noches me angustio
Y no hay descanso, no hay calor en mi sol.

Un sábado en la mañana es bueno para mirar adentro.

Antes de levantarte eres libre de culpas por un segundo,
Y así puedes saber quién eres de verdad.

Aquí lapidado en mi cama me pregunto:
¿Habrá algo que pueda sacarme más que una lágrima?
Por que lloro donde otros dos ríen...

Riego mi frustración con mi caos
y trato de no ir más allá de donde me permiten,
Enclaustrado en el mundo me pregunto:
¿Habrá alguien que quiera verme reir y llorar?


Sin más preguntas guardo silencio póstumo:
¡Mierda! Se que no tengo huesos de cristal...
Pero a veces tengo tanto miedo...
Miedo de no saber de qué tengo miedo,
Y estar temiendo a lo que el resto llama amor.

Son tiempos difíciles para los que no nos rendimos a la realidad...
Y hace frío acá adentro...
Cuando busco mi sonrisa futura me encuentro en llanto presente,
Es como esos modernos oficinistas suicidas:
Si a la larga... todos caemos;
Todos nos suicidamos un poquito cada sábado.