El Diario de NetSeeker

Cuando te vi por primera vez
me enseñaste a abrir los brazos.
Entonces para tí abrí los míos,
y te regale mi tibieza tranquila.

Ahora cuando las lágrimas coronan tus ojos,
y mis brazos parecen no cicatrizar tu pena,
quisiera mucho más que abrir mis brazos;
entregarte cada frío y calor que mereces.

Quisiera abrir mi pecho, lentamente.
Abrir mis costillas, con delicadeza...
¡Apretarte con todas mis fuerzas!
Y ponerte a vivir acá, en mi corazón...

Ese desierto que tu regaste e hiciste florecer...
Tiene un espacio para tí.
Donde no llege ni la injusticia,
ni la hostilidad del mundo...

Vivirías dentro de mí,
serías mi palpitar.
Te tendría en mi fibra más interna...
Y en mi fragilidad hayarías donde descansar.

Y yo por afuera seré fuerte como bronce,
para defenderte de las balas perdidas de bocas sangrientas.
pero por dentro seré tibio, como tu beso.
para que puedas cantar tu paz.

Y no habrán más bocas u ojos traicioneros.
Sólo un lecho de flores suaves que te envuelva.
Un árbol solitario que te de sombra de día,
Y un arrollo que te de alegría fresca.

Y hoy te aprieto con fuerza...
esperando poder darte ese mundo que mereces.
pero tus ojos grandes dejan de a poco de llorar...
y sobre tu frustración, espero anidar mi fe.